miércoles, 3 de febrero de 2016

LA MUJER LIBRE: MADRES E HIJAS

 Mi amiga y educadora social  Mariló Molina, que realiza un gran trabajo, especialmente con mujeres, me envió este artículo: La Ruptura del Linaje Materno y el Precio de Volverse Auténtica ,Texto de Bethany Webster,http://mujerciclica.com/2015/11/27/la-ruptura-del-linaje-materno-y-el-precio-de-volverse-autentica/ con la intención de  introducir este tema tan interesante y necesario.

(Todas imágenes de este artículo son de una artista increíble:  http://www.outiart.com/paintings.html Muchas gracias Outi)


Bethany nos habla en su artículo de que la mayoría de nosotras procedemos de familias de cultura patriarcal, la cual se caracteriza por una distribución desigual del poder a favor de los hombres.

¿Cómo puede afectarnos a las mujeres de la familia?

                En primer lugar tenemos   una estructura de la realidad, unas creencias, unos valores, unos hábitos en los que se da por supuesto el estatus inferior de la mujer en relación al hombre. 
                Tenemos muchísima información a nivel celular y inconsciente que nos hace sentir en lucha con lo que realmente queremos como seres individuales.  Mensajes inconscientes, y a veces no tanto, como "las mujeres somos débiles" , "las mujeres necesitamos un hombre a nuestro lado para sobrevivir",  "las mujeres estamos destinadas a tener hijos " , "las mujeres no podemos expresar nuestros deseos y mucho menos satisfacerlos", "las mujeres estamos al servicio de los hombres", "las mujeres no debemos trabajar fuera de casa", etc., que nos afectan en muchísimos ámbitos. Hay muchas inseguridades, bloqueos  y miedos en el ámbito laboral que son heredados , también en el tema de la maternidad y en la sexualidad  y que nos limitan a la hora de  enfrentarnos y experimentar la Vida en toda su amplitud.

              Podemos proceder de un linaje donde las mujeres de la familia han sufrido maltrato, violaciones o abusos desde muchas generaciones atrás, de manera que la información que llevamos, la que vibra  con nosotras , es : "soy víctima de abusos, o de violencia...", de manera que los hombres que atraemos o con los que nos relacionamos también vienen con esa información, en ese caso, de "soy un violador" o "maltratador". La relación es complementaria y perfecta. ¿o no?



 Es posible que no tanto,  porque muchas veces estas personas, de manera consciente, no quieren vivir este tipo de relaciones dolorosas y llenas de sufrimiento, solamente las atraen sin darse cuenta...En estos casos no hay una parte  más culpable que la otra, ya que no hay nunca verdugo si no hay víctima, es duro y doloroso para las dos partes. Cuando empezamos a trabajar con este tipo de relaciones nos vamos dando cuenta de esto y de que la única manera de sanar es dejar de culpar al otro para empezar a vernos a nosotras mismas  y tomar la responsabilidad de nuestra vida. 

             De la misma manera, la sanación del linaje materno implica la sanación no sólo de las mujeres de la familia, de las heridas de las generaciones de mujeres, sinó que también hay una sanación de los hombres de la familia, de los abuelos, bisabuelos, porque las relaciones implican siempre a más de uno. Si la mujer se pone en su lugar, el hombre no tiene más remedio que también buscar cual es el suyo. El perdón y el reconocimiento se trabaja en ambas partes al mismo tiempo.

Bethany nos dice que " Todas deseamos ser auténticas, ser vistas tal como somos, ser aceptadas, y ser amadas por quien realmente somos. Es una necesidad humana. Lo cierto es que el proceso de convertirnos en nosotras mismas implica ser complicadas, fuertes, intensas, asertivas y complejas, cualidades que el patriarcado pinta como poco atractivas en una mujer. "


         Hay mujeres que no pueden comprender por qué sus madres han tolerado el maltrato, incluso en sus propias hijas, pero el peso del linaje muchas veces es muy grande , es como si estuvieran programadas y no hubiera otra salida, como si fuera lo más normal. Otras muchas veces es  porque no han conocido nada más.
Es lo que han heredado, lo que han escuchado, lo que han vivido con sus padres, con sus abuelos, lo que está escrito en su sangre... 
¿ Os habéis preguntado si estas mujeres, estas madres, nuestras madres,  alguna vez han recibido amor, palabras bonitas, caricias, reconocimiento, respeto, apreciación, protección... 
  Entonces, ¿de dónde van a aprenderlo? ¿Cómo van a transmitirlo? ¿Qué imagen creéis que tienen de ellas mismas? ¿Cómo van a respetarse si nadie lo ha hecho, cómo van a amarse si no han recibido amor? 
 Es un lenguaje nuevo, desconocido.


Nosotras como mujeres privilegiadas, como hijas privilegiadas, viviendo en un momento histórico privilegiado, donde somos apreciadas, protegidas, escuchadas, reconocidas,... podemos hacerles de espejo y mostrarles lo que valemos, como seres individuales y como mujeres, lo que somos capaces de hacer, de Ser. Y lo que valen ellas, lo que son capaces de hacer y de Ser.

El hecho de que una hija deje de ser fiel a lo que de ella se espera como mujer en su familia, (ya que cada familia tienen sus propias leyes), también tiene sus consecuencias y a veces se tiene que ser muy valiente para dar el paso.
Algunas veces no queda más remedio que alejarse de la familia, porque su influencia sobre ellas es demasiado grande y castradora.
Otras  veces hay mucho conflicto con la madre, mucho odio y rencor por ambas partes.
La madre puede sentir inconscientemente mucha rabia por no haber sido capaz de hacer lo que la hija está haciendo, mucho dolor, mucha impotencia...enfado incluso hacia la hija.

El sentimiento de culpa juega un papel muy importante, porque si decidimos dejar de seguir los pasos de nuestra familia para seguir los nuestros propios, si decidimos que vamos a dejar de hacer las cosas como "siempre se han hecho en esta familia" para empezar a hacerlas según nuestros criterios, si empezamos a romper esquemas, a cuestionarnos hábitos y creencias...Entonces es posible que sintamos algo de CULPA. 
También hay padres que en seguida cogen el papel de víctima y ese "algo de culpa" se nos convierte en un  "mucho". Por ejemplo podrían decirnos: "si coges ese trabajo y te vas a vivir tan lejos, quien va a cuidar de mi...", o "darnos un nieto sería la alegría de mi vida...",o "me pongo enferma con tantos disgustos y preocupaciones...", etc. 
Es muy frecuente que surja el MIEDO a que nos rechacen, a que nos echen de la familia, a que nos dejen de "amar".


Bethany nos dice que "es posible que nuestras madres (y nuestras familias) nos den la espalda cuando nos convirtamos en más auténticas. Podemos sentir hostilidad, rechazo, rabia, y una denigración total. Puede ser que todo el sistema familiar sienta el terremoto. Y puede resultar asombrosa la rapidez con la que nos pueden rechazar o abandonar cuando dejamos de sobre-funcionar y expresamos nuestro auténtico ser."

Pero... ¿Vale la pena? Cada uno tiene la respuesta.

Muchas veces, por Amor a nuestros padres, por agradecimiento al habernos dado la vida, inconscientemente cogemos pesos y cargas que les pertenecen a ellos, cargamos su dolor, su tristeza, su insatisfacción... y después nos preguntamos qué es lo que no nos deja avanzar en la vida.

No tenemos que cargar con el peso de hacer que toda la familia se sienta bien. Bethany también nos dice que "Abstenernos del cuidado emocional y dejar que la gente aprenda sus propias lecciones es una forma de respetarnos a nosotras mismas y de respetar a los demás."
"Contrariamente a lo que nos han enseñado, no tenemos que sanar a toda nuestra familia. Sólo tenemos que sanarnos a nosotras mismas."
"... cuando sacrificamos nuestra propia felicidad por la de nuestras madres, en realidad impedimos la sanación necesaria que produce llorar la herida en nuestro linaje materno. Esto solo provoca el estancamiento de ambas. Por mucho que lo intentemos, nosotras no podemos sanar a nuestras madres, y no podemos conseguir que nos vean tal como somos. El duelo es lo que trae la sanación. Tenemos que llorar por nosotras y por nuestro linaje materno. Este duelo trae consigo una gran liberación. "


Es muy importante hacer un trabajo de liberación de las creencias del patriarcado , de patrones impersonales y limitantes , para poder conectar con nuestro destino y con nuestro Ser verdadero, más allà del ser hombre o mujer.




                    Pero afortunadamente también nos encontramos con un montón de mujeres y madres que están tomando conciencia y dando coraje a sus hijas para que sean libres, para que encuentren su camino en la vida y su felicidad, para que consigan lo que ellas no fueron capaces de hacer.
                  También muchas mujeres que ya no son jóvenes pero se atreven a empezar de nuevo su vida, se atreven a rebelarse, se separan, se juntan, cambian de trabajo, viajan, empiezan una formación, empiezan a expresarse y a manifestar sus sueños...
                  Todas esas mujeres que encuentro en la calle,  en el mercado, en las clases de danza africana, que vienen a la consulta, todas esas mujeres, mi madre, amigas, conocidas, me dan una fuerza enorme y una gran certeza de que estamos recobrando nuestro Poder y nuestra Sabiduría, que estamos empezando a reconectarnos y reencontrarnos y manifestar unas enormes ganas de Vivir y de ser Felices.

Gracias a cada una de vosotras. Cada paso que damos es un impulso para las demás.
Es momento de darnos la mano y caminar juntas, descubrirnos juntas, acompañarnos unas a otras.

                       Muchas gracias







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